Porque con "Un domingo cualquiera" ("Any Given Sunday", 1999), Oliver Stone, dejó puntualmente de lado su interés predominantemente político o bélico para centrarse en una película frenética, crítica y bastante controvertida. Junto con "Remember The Titans", de Boaz Yakin, "Rudy" de David Anspaugh, y en menor medida, "The Blind Side" de John Lee Hancock, es una de las mejores películas que se han filmado sobre este deporte, equiparándose a lo que son para otros deportes "The Damned United" (2009), del oscarizado Tom Hooper, y "Coach Carter" (Thomas Carter, 2004).
Amada por unos por las increíbles secuencias de acción en el campo, y odiada por muchos otros por presentar al resto del mundo una visión eminentemente negativa y crítica sobre el football americano, sin contar con el claramente desaprovechado reparto, donde Al Pacino fue el único que pudo brillar por sí mismo. Pacino muestra, una vez más, su calidad a la hora de dar discursos o monólogos. Gracias a la escena final de "Esencia de mujer" (Martin Brest, 1992), y también a las películas "City Hall" (Harold Becker, 1995), "Pactar con el diablo" (Taylor Hackford, 1997) o "El dilema" (Michael Mann, 1999), por poner algunos ejemplos, Pacino se conforma como un gran comunicador en la mayoría de sus papeles, en los que suelen crearle escenas de discurso para explotar sus habilidades de gesticulación y voz.
2 comentarios:
Personalmente, la película, salvo esta escena y alguna que otra por ahí, no tiene más, incluso diría que es mala...
Cierto, la película como tal es muy mejorable. Pero las escenas de deporte son impagables. No obstante, es una película del montón, eso no lo discuto. Con el reparto que tiene, se podría haber hecho mucho más. Stone nunca ha sido santo de mi devoción, y si no lo es por "Platoon", "Wall Street" o "Nacido el 4 de Julio" desde luego no lo será por esta película. Sin embargo, sale Al Pacino, y como tú y yo sabemos, una película con Pacino sube fácilmente del 5 al 6...
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