jueves, 22 de marzo de 2012

"Biopic: un género diverso" Pt. 1


        Porque, si nos fijamos en los últimos años, seguramente podremos escoger un buen número de películas que, con mayor o menor repercusión o reconocimiento , pertenecen a este género: el biopic o película biográfica, aquél tipo de película que recoge las andanzas de personajes históricos o reales. Con el tiempo, este género se ha consolidado como uno de los más fiables y demandados, por varios motivos. En primer lugar, acerca a los espectadores personajes históricos que no tienen porqué ser por todos conocidos (rescatar personajes de tiempos pasados, o que pertenecieron a una época o una profesión concreta). En segundo lugar, debido a que ver una película es más cómodo para el ciudadano medio que leer una biografía escrita, con la inversión de tiempo que ello conlleva. Igualmente, realizar un biopic, dependiendo de la perspectiva que éste tenga en relación al personaje principal, podrá conllevar facilidades a la hora de conseguir financiación (fundaciones o asociaciones relacionadas con el personaje), aunque no siempre sea lo ideal, ya que puede interferir, mediante pacto o negociación, con la visión que quiere transmitir el guionista. Además, retratar a un personaje de interés público en una película, supone un reclamo publicitario muy superior a lo que pueden conseguir otras películas, ya que movilizan, dependiendo del nivel de reconocimiento del personaje, a simpatizantes y retractores, movidos por el morbo que provoca la adaptación cinematográfica de una vida real, que supuso cierta importancia en algún medio específico. Del mismo modo, el biopic, dada su dificultad interpretativa (no solo un parecido físico aproximado, sino estudio del acento/lenguaje/gesto/expresiones, así como el humor/temperamento del personaje), supone un reto para distinguidos actores y actrices que no dudan en embarcarse en producciones de este tipo, ya que en la mayoría de los casos, encarnan a personajes de relativa y visible importancia, lo cual suele verse traducido en nominaciones a los grandes galardones. Además, la dificultad añadida para el equipo técnico es impresionante, ya que no parten de cero, sino de la realidad, una realidad vivida y transitada por personas que podrán juzgar la verosimilitud de los escenarios, sucesos, fechas, anécdotas y reacciones de los personajes. La existencia de este género es, prácticamente, visible desde los mismos orígenes del cine, como podemos ver en 1917 con "Cleopatra" de J. G. Edwards, o "The King Of Kings" (Cecil B. DeMille, 1927), primera película de la que será una larga tradición de filmes con Jesucristo de fondo. 
Renée Jeanne Falconetti en "La pasión de Juana de Arco",  de Dreyer
          Igualmente podemos ver como, desde los primeros tiempos también, los biopics se interpretaban por primeras filas en el mundo de la interpretación (o que bien sirvieron para acabar de consolidar la carrera de muchos de ellos), como podemos ver con los roles de Walter Huston (Oscar a Mejor Actor de Reparto en 1949 por "El Tesoro de Sierra Madre", de su hijo John Huston) en "Abraham Lincoln" (Griffith, 1930), Charles Laughton en "La vida privada de Enrique VIII" (A. Korda, 1933), Greta Garbo en "La reina Cristina de Suecia" (Mamoulian, 1933) o Marlene Dietrich en "Capricho imperial" (Von Sternberg, 1934), película gracias a la cual se dio a conocer. Además de estos actores de reconocida trayectoria, tanto cinematográfica como teatral, podemos contemplar las interpretaciones de grandes nombres como Bette Davis ("La vida privada de Elizabeth y Essex" de Michael Curtiz, 1939), Henry Fonda ("The Return Of Frank James" de Fritz Lang, 1940), Gary Cooper ("Sargento York" de Howard Hawks, 1941), así como la dupla Fred Astaire-Ginger Rogers, Errol Flynn, semidiosas como Ingrid Bergman o Katharine Hepburn, estrellas como Laurence Olivier o Vivien Leigh, o inmortales galanes como Cary Grant o William Powell. De todos estos biopics de la primera mitad de siglo, brillarán con luz propia "La pasión de Juana de Arco" (1928) de Dreyer, o "Yanqui Dandy" (1942) de Curtiz.
Charlton Heston en "Ben-Hur", de Wyler
         A partir de 1950, veremos un nuevo resurgir de la película biográfica de la mano de una nueva generación de actores, donde destacará especialmente Charlton Heston (Oscar a Mejor Actor en 1959, por "Ben-Hur" de Wyler), con un total de 5 interpretaciones de este género. Asimismo, la lista de actores y actrices que acercarán al público la vida de personajes históricos es casi incontable, siendo casi inexistente el caso de actores de primera fila que no hayan participado en proyectos de estas características. Tan solo en las década de los 50's y los 60's, podemos ver las actuaciones de James Mason ("The Desert Fox: The Story Of Rommel"), Marlon Brando ("Julius Caesar", "Viva Zapata!"), James Stewart ("Música y Lágrimas"), Bette Davis ("The Virgin Queen"), Richard Burton ("Alejandro Magno", "Becket", "Ana de los mil días"), Paul Newman ("Marcado por el odio", "Dos hombres y un destino") o Kirk Douglas ("El loco del pelo rojo", "Espartaco"). De similar importancia, y ya entradas en la década de los 60's, aparecen algunas de las películas más importantes de la época (caracterizada por el cine épico o péplum), grandes éxitos la mayoría de ellas, como por ejemplo, "Espartaco", la película maldita de Kubrick, protagonizada por Kirk Douglas y Peter Ustinov (ganador ese mismo año del Oscar), "El Cid" con Charlton Heston, "Lawrence de Arabia" con Peter O'Toole, "La historia más grande jamás contada" con el fetiche de Bergman, Max Von Sydow, o "Andréi Rubliov" filme de Tarkovsky protagonizado por el desconocido Anatoli Solonitsyn. Por otro lado, nos encontramos con las grandes triunfadoras del género en la faceta interpretativa en esta década (consiguiendo los Oscar en la categoría de Mejor Actor y Mejor Actriz) en filmes como "The Miracle Worker" (Oscar para Anne Bancroft), "Un hombre para la eternidad" (Oscar para Paul Scofield), "Funny Girl" (Oscar para Barbra Streisand), "El león en invierno" (Oscar para Katharine Hepburn, y nominación para Peter O'Toole), sin olvidarnos del bochornoso costo y posterior decepción de "Cleopatra" (con una grandísima Elizabeth Taylor y Richard Burton, filme dirigido por Joseph L. Mankiewicz, hermano de Herman Mankiewicz). 
Robert De Niro en "Toro Salvaje", de Scorsese
         En la siguiente década, podremos ver a Richard Harris y Alec Guinness en "Cromwell" (1970), a George C. Scott ganar el Oscar por "Patton" (1970), así como a Al Pacino ("Serpico", "Una tarde de perros" o "Justicia para todos", con sendas nominaciones al Oscar por cada película), Christopher Plummer y Sean Connnery en "El hombre que pudo reinar" (1975), o a Robert Redford y Jason Robards en "Todos los hombres del presidente". En la década de los 80's podremos ver algunas de las mejores películas que se recuerdan de este género, con grandes filmes como "Toro Salvaje" (Martin Scorsese, 1980), que bien le valió su segundo Oscar a Robert De Niro, "Carros de fuego" (Hugh Hudson, 1981), ganadora de 4 Oscar (incluyendo Mejor Película), "Gandhi" (Richard Attenborough, 1982), ganadora de 8 Oscar (incluyendo Película, Director y Actor, Ben Kingsley), "Amadeus" (Milos Forman, 1984), biopic sobre W. A. Mozart, ganadora de 8 Oscar (incluyendo, al igual que "Gandhi", los premios a Mejor Película, Director y Actor, F. Murray Abraham), "Se acabó el pastel" (con Meryl Streep y Jack Nicholson), "El último emperador" (Bertolucci, 1987), impecable película franco-ítalo-china con una increíble fotografía, ganadora de 9 Oscar, Oscar para Sean Connery por "Los intocables" (Brian De Palma, 1987), así como sendos Oscar con tintes irlandeses para Daniel Day-Lewis y Brenda Fricker por la magistral "Mi pie izquierdo" de Jim Sheridan, en 1989, y "Nacido el 4 de Julio", segundo Oscar para Oliver Stone y primera nominación para Tom Cruise. 
Anthony Hopkins en "Nixon", de Stone
        En la década de los 90's, la lista de películas biográficas será más prolífica, con filmes como "Godfellas", "The Doors", "JFK", "Chaplin" (nominación de Robert Downey Jr.), "En el nombre del padre" (7 nominaciones a los Oscar), "La lista de Schindler", "Ed Wood" (segunda película Burton-Depp, Oscar para Martin Landau), "Criaturas celestiales" (cuarta película de Peter Jackson), "Braveheart" (5 Oscar, incluyendo Mejor Película), "Nixon", "Casino", "Shine" (Oscar para Geoffrey Rush), "Kundun", "Elizabeth", "Boys Don't Cry" (primer Oscar para Hilary Swank), "The Insider" (filme de Michael Mann, que contó con Al Pacino, Russell Crowe y Christopher Plummer y obtuvo 7 nominaciones) o "Man On The Moon". Cada una de estas películas, analizadas una a una, resaltan la importancia que presentaba ya en los 90's este género. Dos nombres importantes en esta década serán Oliver Stone (finalizó la década anterior con un Oscar bajo el brazo), y Martin Scorsese. Si bien, todos sabemos que Stone es un director políticamente incorrecto, sin tapujos a la hora de airear su ideología de izquierdas y auto-crítica con su país, tras el éxito de "Platoon" y "Nacido el 4 de Julio", dejará de lado el cine bélico con temática de la Guerra de Vietnam, para adentrarse en el biopic hasta en tres ocasiones. El primer caso tendrá lugar en 1991, con "The Doors", interpretando Val Kilmer a Jim Morrison, no obstante, la película tuvo una fría acogida entre los seguidores de Morrison y su grupo. Sus otras dos películas, "JFK" (1991) y "Nixon" (1995), sí se centrarían en su segunda gran fijación (por detrás de Vietnam y sus consecuencias), el análisis político, siendo un referente en el biopic de temática política (biopic político). "JFK" es una cinta con una interpretación más diversa y grupal (Kevin Costner, Tommy Lee Jones, Kevin Bacon, Gary Oldman, Joe Pesci...), centrada en la investigación del asesinato de Kennedy en 1963, sin existir roles superpuestos, como sí sucederá en "Nixon", cinta monopolizada (interpretativamente) por un grandísimo Anthony Hopkins que resultó nominado al Oscar por su caracterización del Presidente Richard Nixon. En este filme, Stone arremete con dureza contra Nixon, por el escándalo del Watergate, la política bélica en Vietnam, así como la pretensión de mostrar a un Richard Nixon más humanizado, o quizás, ridiculizado, resaltando taras físicas o temperamentales. El segundo nombre propio será Martin Scorsese, director centrado en las relaciones de la mafia, así como el mundo del crimen italo-americano. En esta década dirigirá una de sus mejores películas, "Uno de los nuestros (Godfellas)" (1990), no obstante, esta película no estará enteramente basada en hechos reales, sino que beberá directamente de "Wiseguy", de Nicholas Pileggi, para completar el que será uno de los guiones adaptados más completos de Scorsese (nominado al Oscar). Esta película, una de las 100 mejores de la historia según la AFI, no acaba de ser un biopic, pero tampoco debemos ignorar su carácter originariamente real. Siguiendo en esta línea, y repitiendo con sus actores (por la época) fetiches, De Niro y Pesci, filmará "Casino" (1995), igualmente con la temática de la mafia, y con más contenido real que su anterior película, creando otra de las (para quien esto escribe) mejores cintas de la mafia que se recuerden. No obstante, dará un salto con "Kundun" (1997), al filmar la historia del exilio político del Dalái Lama, tema completamente alejado a su tradición cinematográfica, que, a pesar de tener 4 nominaciones a los Oscar en su haber, no deja de ser una de sus películas más insulsas. Además de estos dos cineastas, podemos encontrarnos en 1993 con la obra maestra de Steven Spielberg, "La lista de Schindler", ganadora de 7 Oscar (incluyendo Película, Dirección, Guión Adaptado y Fotografía), filme basado en la ayuda que prestó Oskar Schindler a sus empleados judíos durante el genocidio nazi, incluyendo todo un homenaje hacia este personaje (no olvidemos que Spielberg es judío), que observamos en las secuencias finales del filme, donde podemos ver representado el "agradecimiento del pueblo judío hacia alguien que no dudó en prestarles ayuda"
Johnny Depp en "Ed Wood", de Burton
           Dos de las películas arriba citadas, "En el nombre del padre" de Jim Sheridan"Ed Wood" de Tim Burton, presentan una diferencia clara con sus congéneres coetáneas: el filme de Sheridan es una dura crítica contra el sistema legal británico, conformando la más dura de sus películas en su ciclo de cine sobre el conflicto Inglaterra-IRA, en cambio, la película de Burton conformará todo un homenaje a Ed Wood Jr., el que (según dicen) es el peor director de cine de la historia. Ambas películas tienen mucho que comentar desde un punto de vista más personal. La primera, el filme de Sheridan, es su tercera película (tras su magistral ópera prima, "Mi pie izquierdo"), y si bien su cine se basaba únicamente en Irlanda ("Mi pie izquierdo" es el biopic de Christy Brown, y "El prado" es un filme más bien costumbrista), con esta película comienza su ciclo sobre el IRA y el conflicto irlandés, siendo ésta la película más crítica con la justicia inglesa, desde un punto de vista neutral (con "The Boxer", Sheridan se des-marcará también de los actos del IRA), conformándose como un biopic excesivamente dramático y duro, bien definido en su pretensión de trasladar al espectador la impotencia que sufren los protagonistas, increíblemente caracterizados por los nominados al Oscar Daniel Day-Lewis y Pete Postlethwaite. En segundo lugar, "Ed Wood" será un cruce entre biopic y comedia (biopic paródico), no tanto por la realidad que presenta el filme, sino por el tratamiento que le dan tanto Burton como los guionistas de la película. Y la verdad es que no es para menos, ya que realizar una película sobre uno de los directores más bizarros que se recuerden, hoy completamente aceptado por ese "cajón de sastre" que supone el cine de culto, no es el mejor pretexto para hacer una película dramática, sino más bien un híbrido entre drama (situaciones) y comedia (reacciones), que aprovecha la comicidad de Depp y Murray para centrarse en una estética artificiosamente decrépita, como paradoja entre la mentalidad de Ed Wood (imaginativa, abierta) y la fotografía del filme (B/N, desgarbada). 

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