Creo que no volveré a leer ningún libro de Palahniuk, en serio, me cansa un nihilismo tan desagradable y poco estético. Palahniuk es nihilista primitivista por naturaleza, critica mucho la política, la moral y lo que escribe es desagradable, da detalles que uno no quiere saber, y sobretodo, tiene una carga pesimista que envilece a sus personajes. Quizás sea muy crítico psicológicamente, pero también es un completo mal educado, de verdad, es uno de esos escritores que tuvieron éxito cuando de verdad hicieron algo bueno y ahora viven de las rentas, no se esfuerza por crear belleza, ni siquiera la reconoce. No creo que nunca haya pensado que algo es bello, no tiene gusto estético. Ese es el único motivo que se me ocurre para justificar su producción literaria.
"El Club de la Lucha" (1996) fue su primera novela, realmente buena, y maravillosamente adaptada por David Fincher (sin duda, una de mis películas favoritas). Al menos, en "El Club de la Lucha", sabes que todo lo antiestético, todo diálogo subido de todo o simplemente repulsivo, trata de justificar a los personajes, de ampliar su psicología y darnos a entender porqué la acción es tal y como es, porqué están tan derrotados moralmente los protagonistas. "El Club de la Lucha" aboga por postulados anticapitalistas, con una firme intención destructiva frente al estilo de vida consumista y materialista (que cada uno piense si es bueno o malo). "El Club de la Lucha" se podía leer, podías sentir repulsión cada cuatro páginas. En cambio, el resto de sus libros, la repulsión te atenaza página a página.
De verdad lo digo, me niego a leer más Palahniuk, a no ser que un día me dé por volver a leerlo. "Asfixia", tan reconocida y con tantos pequeños atisbos de calidad, no deja de ser una salvajada argumental (hasta el punto que en un momento el protagonista se plantea si realmente es hijo de Jesús). Por ejemplo, la última novela que he leído de Palahniuk, "Snuff", es otra burrada, y, si bien el argumento es mezquino y de lo más reprobable, los detalles y el lenguaje empleado no hace otra cosa que inquirirte poco a poco que tires el libro por el balcón. "El Club de la Lucha" sí, genial, muy bueno, un futuro clásico de la literatura de los 90, aún así, le debe mucho a la película (sí que sí, una de las mejores de los 90). Planteó un panorama derrotista y penoso de forma magistral, todo lenguaje o palabra odiosa servía al nihilismo de los personajes, y ellos mismos se encargaban de hacer el argumento, la forma narrativa y el final tan maravillosos. Pero, ¿las demás novelas?. "No, gracias" no, "No, por favor".
Aún así, todavía me pregunto a cuál tolero más o menos, si a Chuck Palahniuk o a Irvine Welsh, quien, en realidad me parece más desagradable, incorrecto y antiestético. Irvine Welsh saltó a la fama en 1993 por "Trainspotting", adaptada al cine por Danny Boyle en 1996 (otro clásico del cine de los 90 y, sin dudarlo, una de mis películas favoritas). Trataba sobre el mundo de las drogas, sobre el triste y patético mundo de las drogas, sin embellecimientos glamurosos ni sociales, un grupo de yonquis que desfallecen por su próxima dosis de heroína. Se podría decir que Welsh pertenece a la "novela obrera escocesa" porque es realmente grotesco y deslenguado, no tiene el más mínimo criterio de estética o belleza literaria, y tiene cierta animadversión hacia lo inglés y lo burgués.
De Welsh solo salvaría "Trainspotting" y de Palahniuk "El Club de la Lucha", ambas novelas imprescindibles si te interesa la literatura bajera y/o con visión anti-materialista y destructiva. Es más, lo que realmente debería hacerse es ver las películas y leer los libros, partiendo de la base que igual son un poco escandalosos y ruborizantes para muchos, pero bueno, siempre puede hacerse la vista gorda y "leer por leer" y "ver por ver". De todos modos, mientras (al menos para quien esto escribe) las novelas no asientan ninguna cátedra, las películas sí que lo hacen, regalando momentos memorables para la historia del cine (por ejemplo, la introducción de "Trainspotting", publicada en alguna entrada en este blog, o el personaje de Tyler Durden encarnado por Brad Pitt en "El Club de la Lucha").
Pues lo dicho, no creo que vuelva a leer más de dos o tres libros de ambos autores, y si lo hago, será para adquirir más información para poder lapidarlos y reprobarlos más, y mejor.
5 comentarios:
"Somos los hijos malditos de la historia"... me flipa.
Realismo sucio que lo llaman, por algo será.
gusto estético, no le vas a encontrar eso seguro,es extremista pero tiene bastante razón
Aberrante lo tuyo, no has entendido nada, pero NADA de lo que trata la literatura de este autor...
Madre mía, que vergüenza que cualquiera pueda escribir lo que sea y ale, ya sienta que lo que ha dado son argumentos... Totalmente de acuerdo con el Anónimo. Parece que hay gente que no sabe diferenciar entre lo que no le gusta y lo que no es bueno o está bien hecho. Palahniuk sí tiene estética en sus obras, trabaja para crear esa estética: la de lo oscuro, lo grotesco, lo deformado, lo desagradable... Todo eso que aquí al autor de esta... ¿opinión? le parece chatarra y repulsión es la forma más (pos)moderna y satírica de crítica actual. La estética de lo oscuro, del mal y lo escatológico no solo existe sino que no es una corriente que venga de la nada. La criatura del doctor Frankestein no es para nada agradable y ahí la tienes, protagonizando una obra como si fuese un admirable personaje... Entiendo que el estilo de Palahniuk no es para todos los estómagos, pero de ahí a descalificar a un (incluyendo a Welsh, dos) autor en cuanto a calidad se refiere... Hay que ser inculto...
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